Quantcast
Channel: Odiosas.com.mx | Porno México y Sexo mexicano amateur
Viewing all articles
Browse latest Browse all 1549

Relato porno: “EN EL BAÑO DEL ANTRO”

$
0
0

Hola amigos, les voy a relatar la aventura que dio por cumplida una fantasía que traía yo guardada desde cuándo pero no me había atrevido a realizar y que ha marcado otro paso en nuestras locuras como pareja swingers. Resulta que teníamos una cita con un amiguito, diría mi esposo como a mí me gustan, justo a la medida de mi lujuria, joven y bien armado como me lo receto mi sexólogo.

Quedamos de vernos en un piano bar en Guadalajara, que es romanticón y el ambiente es a media luz, por lo que la atmósfera incita a la seducción, yo llevaba un minivestido cortito, zapatillas de tacón alto y una diminuta tanguita, que me hacia lucir diría mi marido, putísimamente atractiva, sin más atuendo que no permitiera lucir mis atributos.

Llego nuestro invitado puntual a la cita, 10 de la noche y se presento con nosotros en la mesa después de llamarle por teléfono a mi esposo para ubicarnos, presentándose con Ricardo, diciéndole Ricky para romper el hielo, se sentó a un lado mío, quedando yo en medio de los dos, sirviendo unas copas mi esposo para brindar por el encuentro y comenzamos a convivir y platicar para conocernos y agarrar confianza, en un momento dado después de unas copas, pusieron música para bailar y decidí pararme a bailar con él, pidiéndole permiso a mi esposo Ricky le dijo que si podíamos salir a bailar, diciéndole mi marido que si era lo que yo quería adelante, entregándole mi mano mi esposo para que me sacara a bailar, pusieron unas salsas cachondas como las que me gustan así que me di vuelo bailando y luciéndome para mi marido que no perdía detalle y Ricky, no desaprovechaba la ocasión para darme mis re pegones y mis agasajadas que me empezaron a poner caliente, como la pista estaba llena en algunas ocasiones llego a meter su mano debajo de mi vestidito acariciándome por encima de mi tanguita, calentándome aun mas excitándome al máximo, nos fuimos a sentar a la mesa cuando cambiaron la música y brindamos por el calor producido por el baile y la calentura que ya tenía, entonces por las bebidas y el calor me dieron ganas de ir al baño y le dije a mi esposo voy al baño amor, me acompañas y me dijo claro, pero Ricky al mismo tiempo dijo tener ganas de ir al baño y aprovechando el viaje, le dijo mi marido entonces tu acompáñala, para que no vaya sola, me tomo de la mano y nos fuimos rumbo a los sanitarios, que por cierto se encuentran en otro piso, como si bajaras al sótano.

Bajamos las escaleras y la entrada a diferencia de casi todos los lugares no están juntas, la de caballeros y la de las damas están separadas por un corredor, así que primero están las de las damas, yo me sentía muy excitada, por el baile y al ocasión y a mi mente paso una fantasía que tenía desde cuándo y que por no haber habido alguna vez la oportunidad tal vez no la había realizado, la de hacerlo en el baño de un bar, así que dije ahora es cuando, mañosamente antes de meterme al baño de mujeres, me detuve para darle un beso cachondo a Ricky en la boca y agasajarme, mirando que estábamos solos y nadie nos veía lo jale y lo metí al baño conmigo, sin pensar en que podría haber otra mujer en el baño, no lo pensé solo actué, para mi buena suerte el baño estaba solo, nos metimos a uno de los cubículos de los baños y cerré la puerta con el pasador, Ricky estaba asombrado no lo podía creer me decía y si nos descubren, le di un beso y le dije nadie se va a dar cuenta, le desabroche el pantalón y de un jalón le saque la verga que ya la tenía bien parada, hice que se sentara en la taza y que levantara los pies para que no se vieran por debajo de las mamparas del baño y se la empecé a mamar muy rico, estirando el su brazo hasta alcanzar mi rajita acariciándola y metiéndome un dedo calentándome al máximo, sin poder decir ni gemir, todo era excitación al máximo, de inmediato se le paro en todo su esplendor, dándole la espalda haciéndome un poco hacia delante y hacheando mi trasero hacia atrás, la agarre y la guie a la entrada de mi rajita que ya escurría de excitación y de un sentón me la deje clavar toda, me sentía en las nubes, me empezó a bombear muy rico, excitante, delicado no solo porque además no podíamos decir nada, sino porque en si fue muy delicado, me hacía sentir riquísimo, yo meneaba la cadera clavándomela hasta el fondo sintiéndome bien ensartada, riquísimo reprimiendo mis gritos y jadeos, solo apretaba los labios y me seguía meneando sobre su rica verga, alcanzando mi primer orgasmo casi de inmediato continuando en su mete saca consiguiendo terminar enseguida, así estuvimos como diez minutos, por el temor a ser descubiertos, pero lo logramos, me lleno de mocos que al sacarme su verga escurrían por mis labios vaginales y se desliaban a lo largo de mis piernas, limpiando lo que superficialmente se pudo, para nuestra buena suerte nadie entro al baño, se fajo y yo me acomode mi minivestido que por lo mismo no me costó nada de trabajo y primero salí yo del baño mirando que no venia nadie le hice señas para que saliera y nos fuimos a la mesa.

En el trayecto sentí como con el movimiento del caminar empezaba a escurrir por mis piernas, llegando hasta la mesa y sentándonos de nuevo como al principio, diciéndome mi esposo te dilataste amor había mucha gente y mirándolo a los ojos le di un cálido beso y le dije al oído, hoy he cumplido la fantasía que tenía pendiente, respondiéndome que cual era y sin decirle nada le tome la mano y la guié hasta mi entrepierna para que sintiera por el mismo la humedad de mi vagina, diciéndole al oído, mete tu dedo y me dices que es lo como lo sientes, introduciendo su dedo sintiendo los mocos de Ricky que asombrado veía lo que hacía, al sentir mi esposo la mezcla de jugos que tenía en mi rajita, me dio un beso y me dijo que era una verdadera putita y que si me lo había cogido en el baño, sin decirle nada asenté con la cabeza y le di un beso diciéndole que lo había disfrutado mucho y que gracias por el regalito, que lo amaba.

Continuamos tomando nuestras copas hasta terminar la botella comentando y platicando de lo sucedido, contándole con lujo de detalle como lo hicimos, la forma en que me acomode y como lo había disfrutado al máximo así como la adrenalina que sentí por temor a ser descubiertos, saliéndonos del bar dirigiéndonos sin escalas a un motel a terminar plenamente lo que habíamos empezado, donde entre los dos me hicieron sándwich y me hicieron llegar a las nubes, pero esa es otra historia.

La foto es para que vean cómo iba vestida esa noche para la ocasión.

Magy y Arturo

Envíen sus relatos al mail relatos@odiosas.com.mx


Viewing all articles
Browse latest Browse all 1549

Trending Articles